Manteniendo el legado histórico y la tradición de los caballos en la comunidad.
Por favor, ayúdanos donando tu auto, bote o autocaravana para que podamos seguir educando a la comunidad sobre los caballos y colaborar en la construcción y mantenimiento de senderos. Tu donación puede ayudar a financiar a SMCHA en la promoción del interés por los caballos y la equitación.
San Mateo County Horsemen’s Association
Acerca de SMCHA
La San Mateo County Horsemen’s Association se fundó en 1940 con el propósito de patrocinar, cultivar y fomentar el interés por los caballos y la equitación en el Condado de San Mateo.
Misión
“Compartir el mundo equino con todos y crear sostenibilidad en toda el Área de la Bahía.”
La San Mateo County Horsemen’s Association es una organización sin fines de lucro dedicada a promover el interés por los caballos y la equitación. Ofrecemos espectáculos y clínicas de entrenamiento para fomentar una mejor relación entre el caballo y el jinete, patrocinamos eventos para educar a la comunidad sobre los caballos y colaboramos en la construcción y mantenimiento de senderos. SMCHA también se compromete a establecer relaciones con otras organizaciones ecuestres para intercambiar información e ideas con el fin de fortalecer las comunidades equinas.
Más Acerca de Nosotros
Durante el año de 1939, los funcionarios del Condado de San Mateo organizaron el primer Show Floral y Fandango en la nueva Casa Club de Bay Meadows en San Mateo. Se planeó un desfile en conjunto con el evento, comenzando en Burlingame. A L.C. Smith se le pidió por parte del Condado de San Mateo que organizara un grupo de jinetes para participar en el desfile y exhibir la mayor cantidad posible de diferentes tipos representativos de vehículos tirados por caballos. Según lo afirmó más tarde el Sr. Smith, anticipaba una participación bastante reducida. Sin embargo, subestimó su capacidad para organizar, así como el entusiasmo de los amantes de los caballos que estaban ansiosos por mostrar sus antiguos carruajes familiares, buggies y carretas. Se contactaron jinetes desde el extremo sur del condado (Pescadero) hasta el extremo norte (Colma), y se estima que alrededor de 300 caballos desfilaron en el día del evento.
Esta gran exhibición de caballos fue verdaderamente un crédito para el Sr. Smith e una inspiración para él para tratar de encontrar una manera de mantener unidos a estos amantes de los caballos en lugar de “ser dispersados a los cuatro vientos”. Esa noche, en el Baile de la Fiesta, L.C. Smith discutió sus ideas con Don Facciolle del Rancho Lazy Day en Portola Valley. Fue la sugerencia del Sr. Facciolle empezar una asociación de caballos similar a la que ya se había organizado en el Condado de Santa Clara. Se podría decir que la Asociación de Jinetes del Condado de San Mateo nació esa noche. Sin embargo, no fue hasta el año siguiente que la asociación comenzó oficialmente con la elección de oficiales. La primera reunión se llevó a cabo en el Ayuntamiento de San Mateo con una lista de miembros de 20 a 25 personas. Los primeros directores se eligieron de entre estos primeros miembros fundadores y fueron: L.C. Smith, John Perata, George Johnson, Don O’Neil Sr., Don O’Neil Jr., Creed Haberlin, Patsy Gray, Rolla Watt, Sra. J. Grepe, Pete Villa, Hack Hara, Harry Tyrell, Lillian Jones, Grace Jones, Coronel Koester, Juez McNutt, Nick Ayers, Brad Melvin, John F. Nyland, Myron Duncan, Lucille Fardon, Roy Waldron, Harold Himmeleman y El Spillane. Eventualmente se eligieron treinta y cinco directores, algunos sirviendo términos de uno, dos y tres años. Se redactaron estatutos y luego se nombraron oficiales.
Pasaron nueve años ocupados desde 1948 hasta 1957 y la SMCHA creció en número, ganó en servicio comunitario y estatus.
La equitación se volvió cada vez más popular. Se desarrollaron senderos a través de Huddart Park, el área de Emerald Lake en Redwood City, hacia los espacios abiertos en el horizonte sobre las tierras de Stanford detrás de Menlo Park y a través de Portola Valley. Los jinetes pasaron muchas horas felices con amigos afines cabalgando por los senderos, entrenando a sus caballos para los espectáculos, días de juegos y paseos de resistencia. Los afortunados podían mantener a sus caballos en sus propias tierras, construyendo hermosos establos y corrales, e incluso algunos podían disponer de un poco de pasto verde. La serenidad y la paz mental que a menudo acompaña vivir cerca de la naturaleza ayudó a que las amistades florecieran. Los Juniors fueron muy activos con su propio grupo dentro de la organización. Las actividades centradas en los caballos les brindaron intereses compartidos y fomentaron su amor natural por los animales, especialmente los caballos y los perros. Las escenas de vida eran verdaderamente rurales, con pocas o ninguna subdivisión, tráfico congestionado y habitantes; las colinas y valles tenían un encanto en su aspecto de viejo mundo con vallas blancas, graneros y ganado pastando a intervalos respiratorios, por supuesto, tanto para el hombre como para la bestia. Esto era realmente una forma de vida verdaderamente gracia.
